· DESDE LA FUNCIÓN PÚBLICA ·
Acepté la tarea de Secretario de Comunicación de la Presidencia de la República.
Estas ideas tienen la influencia de una mirada desde la función pública.
No importa la temática.
No importa la pertinencia de la crítica.
Ni siquiera importa conocer, o no, a la persona.
El insulto es inmisericorde.
El odio no tiene límites.
Pero tiene matiz ideológico.
¿Por qué politizar temas que no son políticos?
Un estudio en meta-percepciones -cómo Usted percibe que los otros lo perciben- y partidismo político reveló que “nosotros” y “los otros” se disgustan y deshumanizan por igual.
Usted deshumaniza a “los otros”.
“Los otros” lo deshumanizan.
¿Se polariza -aun más- la política?
“Esa polarización se da en la población” y no sólo entre actores políticos, dice Daniel DellaPosta (sociólogo de Penn State University).
Y, ¿en Ecuador?
Llamarme “hijodep*ta”, “aniñado”, “payaso”, “ignorante”, “desubicado”, no habla mal de mi.
Pero, ¿qué dice de cada uno que me insulta?
Invitarlos a hacer una pausa de negativismo y pensar diferente no es un insulto.
Pero, ¿qué dice de cada uno que me insulta por pensar diferente?
Shakespeare decía: “A la larga, odiamos lo que usualmente tememos”.
Aceptar la tarea de Secretario de Comunicación no me dio el derecho de insultarlos. Por eso no lo hago.
Aceptar la tarea de Secretario de Comunicación no les da el privilegio de insultarme.
Los invito a criticar la gestión.
Los invito a criticar las acciones o inacciones.
Los invito a dejar las falacias e insultos.