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Cuando los incentivos cruzan la línea y Usted no lo sabe (aun).

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3 min readMay 16, 2023
Image by Rudy and Peter Skitterians from Pixabay

Imagine que Usted es un funcionario público.

En su función, Usted debe firmar un contrato para una obra.

Imagine que en el mercado sólo hay tres empresas calificadas para ganar el concurso. Imagine que la empresa dos lo invita a un viaje -todo pagado- bajo la excusa de familiarizarlo con los métodos exclusivos de trabajo que garantizan los resultados.

Su decisión posterior, ¿estará influenciada por esa invitación?

En “Mixed Signals” (2023), Uri Gneezy habla de incentivos. Sobre cómo los incentivos afectan sus decisiones. Y habla del conflicto que existe cuando el discurso se aleja de la acción bajo el influjo de esos incentivos.

El gerente que promueve el trabajo en equipo pero desarrolla un plan de premios para los mejores ejecutivos.

El profesor que promueve la innovación pero castiga los errores con malas calificaciones.

El político que habla de transparencia pero acuerda votaciones tras bastidores.

El médico que cuida su salud pero acepta regalos de las empresas farmacéuticas cuando receta una medicina.

Las decisiones del ejecutivo, profesor, político o médico, ¿estarán influenciadas por esos incentivos?

Imagine que Usted es el funcionario público invitado al viaje por la empresa dos, antes de decidir que empresa contratar.

Imagine que Usted viaja. Y le va genial.

Usted, ¿se dejaría influir por ese incentivo?

Usted nos dirá: “¡no!”.

Es más… si cuestionan su decisión en favor de la empresa dos, entonces dirá que Usted es “incorruptible” y que “todos debieran ver los métodos exclusivos de trabajo que garantizan los resultados”.

Incluso presentará un PowerPoint comparativo, racionalizando los motivos para elegir la propuesta dos y desechar la uno y la tres.

Pero la realidad es que Usted es muy bueno para el auto-engaño.

Todos lo somos.

Como plantea Gneezy, Usted está impreparado para determinar si sus decisiones han sufrido la influencia de algún sesgo.

Los incentivos tienen el poder de cambiar sus estándares éticos, dice el economista conductual Gneezy.

Cuando Usted está consciente de sus sesgos, es menos susceptible a su influencia.

Cuando Usted no está consciente de sus sesgos o cree ser muy objetivo, los incentivos pueden impactar -fuertemente- sus decisiones.

La Economía Conductual ha demostrado que las decisiones de su cerebro son irracionales.

Sus decisiones privilegian la gratificación inmediata e ignoran las consecuencias.

Sus decisiones están influenciadas por sus emociones.

Y sus decisiones están influenciadas por el contexto social. Por sus relaciones con otra gente: confianza, reputación, cercanía, empatía, pertenencia.

Imagine que Usted es el funcionario público invitado a viajar por la empresa dos, antes de tomar la decisión.

No es ilegal viajar.

Pero seguro ese incentivo -el viaje- sesgará su decisión futura.

La pregunta es: ¿quién cruzo la línea roja? ¿la empresa dos al invitarlo a viajar antes de decidir? ¿o Usted al aceptar la invitación?

“La buena conciencia es la mejor almohada para dormir”.

Sócrates

“Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa”.

Demócrates

“Moral y luces son nuestras primeras necesidades”.

Simón Bolívar

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