ESTUPIDEZ · COMPORTAMIENTO HUMANO · NEUROCIENCIA

Estúpido del latín ‘stupidus’ = aturdido

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3 min readApr 30, 2024
“Un estúpido puede triunfar, por eso puede llegar a ser una criatura peligrosa” dicen que dijo Bertrand Russell.

¿Por qué los seres humanos, siendo la especie presumiblemente más inteligente, puede ser la más estúpida?

En “Las leyes básicas de la estupidez humana” (1976), el economista italiano Carlos M. Cipolla propuso que había cinco leyes de la estupidez.

¿La primera? “Siempre, e inevitablemente, todo el mundo infravalora el número de estúpidos en circulación”.

Un jueves de julio de 2013, Derrick Mosley entró a robar una tienda de armas y municiones en Oregon. Quería mejorar sus capacidades de fuego. Mosley estaba armado de un bate de beisbol. El gerente de la tienda lo apuntó con un arma de fuego, le ordenó que tire el bate y llamó a la policía.

Mosley fue arrestado.

En agosto de 1995, un hombre entró a robar un banco en Berlín. Apuntó a una cajera y pidió el dinero. La cajera le preguntó si quería que ponga el dinero en una funda y Klaus Schmidt respondió “¡claro que es un arma de verdad!”. La cajera se dio cuenta que el agresor era sordo, así que aplastó la alarma que Schmidt no escuchó.

Schmidt fue arrestado por la policía pero meses después le puso un juicio al banco alegando que habían abusado de su incapacidad auditiva.

En 2008 un chico de 18 años, llamado Rubén Zarate, quiso robar una tienda en Chicago. Después de pedir el dinero, le dijeron que estaba en la caja fuerte y que sólo el gerente podía abrirla. Además le dijeron que el gerente volvería en la tarde. Así que Zarate dejó su número de teléfono para que lo llamaran cuando el gerente volviera.

La gente de la tienda llamó a Rubén Zarate en la tarde y le pidieron que vuelva. Que el gerente ya estaba allí. Lo que no le dijeron es que la policía lo esperaba para arrestarlo… y así pasó.

En 1995 Clifton Johnson y McArthur Wheeler entraron a roban un banco en un suburbio de Pittsburg. Los ladrones no ocultaron sus rostros en máscaras; es más, sonrieron a las cámaras.

A las 11h00 un reporte del noticiero ponía la cara de Wheeler en la tele y una hora después era arrestado.

Cuando le preguntaron a Wheeler por qué no habían ocultado su rostro, él respondió que sí lo había hecho. Que se había untado zumo de limón y que eso lo hacía invisible.

Por cierto, Wheeler había probado la eficacia del zumo de limón -antes del robo- en un experimento empírico.

Se había untado zumo en toda la cara y se había tomado una foto Polaroid. Cuando se reveló la foto, sorpresivamente, McArthur Wheeler no aparecía en ella. Nunca se percató que había tomado la foto con el lente apuntando en otra dirección.

Por cierto, estupidez no es ignorancia.

Ignorancia es la falta de información relevante sobre algo.

Estupidez es usar un sistema de pensamiento que al añadir información relevante sigue dando una solución errónea.

La ignorancia no tiene que ver con la cognición; la estupidez, si.

¿Por qué Wheeler o Schmidt pueden construir modelos mentales distorsionados pensando que sí funcionan en la realidad?

¿Por qué los seres humanos son capaces de hazañas cognitivas -como resolver una posibilidad en un millón de cuatrillones de posibilidades del cubo Rubik- y a la vez ser tan estúpidos como el chico que roba una armería con un bate de beisbol?

¿Por qué sus congéneres pueden evocar, construir y creer historias falsas?

¿Por qué prefiere repetir -sin racionalizar ni analizar- una argumentación torpe a cambio de ser recompensado con status o pertenencia?

Eisntein hablaba de la infinitud de la estupidez humana.

¿O era infinidad?

¿Tal vez afinidad?

O, tal vez, la estupidez humana es estúpida.

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Communications consultant, strategist & creator with a twist of behavioral science. En español!