CRISIS · COMUNICACIÓN ·STORYTELLING
La comunicación, ahora en crisis, es menos simbólica y más concreta.
En la inmediatez de la pos-verdad, las acciones hablan -de las marcas- más que los discursos.
En esta era de smartphones, la capacidad de atención de las audiencias se ha reducido a 8.5 segundos. Ergo, las marcas deben ser creativas para enganchar a la gente.
¿Cómo lograrlo?
Las acciones se vuelven los discursos.
Es que habíamos olvidado la frase de Margaret Thatcher: “vivimos en la era de la televisión. Una sola toma de una enfermera bonita ayudando a un viejo a salir de una sala dice más que todas las estadísticas sanitarias”. (Usted reemplace televisión por smartphone y listo).
Y Usted podría decirme que la enfermera bonita es un símbolo. Excepto que la enfermera debe ser auténtica. Los consumidores están (estamos) obsesionados con la transparencia. Y el enfoque está en la acción de la “enfermera bonita ayudando a un viejo a salir de una sala” y no en ella -por sexy que sea-. Porque las narrativas en las que una audiencia vive inmersa , con aquellas que interactúa, son reales. En tiempo real. En la palma de su mano.
La naturaleza de la comunicación asertiva -en crisis- está matizada por la interacción, inmediatez y personalización. Quizá por eso los influencers pierden influencia -como reporta DDB Latina-.
Y usted pensará: “…pero, ¿los consumidores quieren seguir escuchando de las marcas?”
Rotundamente si. Pero “están más interesados en acciones reales y contenido útil que agregue valor a sus vidas”, dice Global Web Index, citado en el reporte “Ciudadanos y Marcas” de DDB Latina.
Las acciones -más aun en crisis- son las que motivan a la acción. Las acciones inspiran o conectan. Y las malas acciones, desconectan.
Las acciones son la esencia de las historias que una marca comunica. Y las malas acciones, la esencia de la tragedia.
Las acciones -y no el juego de palabras- son potentes transmisores de significados. Y están más democratizadas que nunca, porque quien vive la acción directa y quien la ve en su pantalla -ambos- sienten el mismo estímulo a la vez.
El correcto storytelling de las acciones construye las memorias positivas. Y las memorias positivas son el filtro adecuado para las nuevas experiencias con la marca (política, corporativa, empresarial, ideológica, religiosa, institucional).
Las acciones son el discurso.
Y en esta era de altísima conectividad, cualquier cosa que diga será usada en su contra.